BEBÉ SALVAJE | Juan Vélez

CuraR – SanaR

Sobre curar una exposición individual con proyecto nuevo.

Para la exposición Bebé Salvaje, Juan Fernando Vélez y yo emprendimos un viaje de conocimiento mutuo. Juntamos su sentir y pensar, con mi experiencia y sentido del espacio.

No existe tal cosa como curar una exposición individual con proyecto nuevo. O digamos que la labor del curador es, con más fuerza que en cualquier otro tipo de proyecto curatorial, una alianza, una búsqueda conjunta, un diálogo, una interlocución. No es más. Es unir voluntades para que una idea se haga realidad, y  hacer malabarismos entre ideas, espacio, presupuesto, materiales, lógicas institucionales, asistentes, transportes, montaje, certificados de alturas, cocteles, piezas comunicacionales y más.

Desde hace ya años, asumo la curaduría como la oportunidad de acercarse a seres únicos llamados artistas, para conocerlos en su pensar, sentir y hacer. Es por esto que una exposición así no es posible con cualquier artista. Este artista debe ser capaz de dialogar, luchar contra su propio ego, lidiar con el del curador, y con el de la institución anfitriona. Debe tener la voluntad de replantearse a sí mismo en el camino y tomar decisiones. Para este empeño armamos equipo, con Alexander Giraldo y Johnny Correa, además de Juan Sebastián Carvajal quien diseñó este fanzine.

Juan Fernando Vélez, su constante estado de paz y armonía, y los seres maravillosos que lo rodean, han hecho de esta curaduría una sanación. Considero a Juan Vélez un artista maduro que el medio artístico local ha pasado por alto. Hasta yo misma, hasta ahora.

Adriana Rios Monsalve. Medellín, Octubre de 2014